miércoles, 9 de marzo de 2016

III: El impacto social de Pokémon

Este año es el 20º aniversario de la creación de Pokémon, y es innegable que se ha convertido en algo más que un videojuego o una serie. Pokémon se ha integrado en el imaginario colectivo de los jóvenes generación tras generación, sumando muchos más adeptos que los que pierde. Los videojuegos, sobre todo desde la cuarta generación –en la que se incluyó la opción de combatir online con jugadores de todo el mundo- han tomado una vertiente estratégica que se desentiende del formato RPG, centrándose en la parte de lucha y la combinación de los Pokémon adecuados en un equipo de combate con el que presentarse incluso a campeonatos organizados por Nintendo. Así es como Pokémon consigue conservar su público de mayor edad (20-35 años).


Y mientras esta franja se entretiene estrujándose los sesos para conseguir el equipo más potente, las nuevas generaciones de pokemaníacos dan sus primeros pasos, buscan merchandising de la saga –muñecos, peluches, camisetas, álbumes de cromos y un interminable etcétera-, siguen la serie y, por supuesto, juegan a los videojuegos. Renuevan las versiones de los videojuegos –y muchas veces debido a ello, las consolas- y siguen manteniendo el emporio de Satoji Tajiri.

Pikachu es uno de los diez personajes de animación más famosos de la historia, por delante incluso de Mickey Mouse, según varias listas. Los productos con su cara, su forma o sus colores traspasan la frontera de lo imaginable: desde coches decorados como un Pikachu hasta escobillas de váter.



II: Expansión multimedia

La que se conoce como la primera generación de Pokémon, que abarca las ediciones Rojo y Verde/Azul (en principio, luego se añadirá la versión Amarillo, de la que hablaremos más adelante) fueron un éxito de ventas. Se vendieron unas 20 millones de copias sólo en Japón y Estados Unidos. Aprovechando el tirón de los videojuegos, se expanden los horizontes de Pokémon en varias direcciones.

Lo primero que se pone en marcha, en 1997, es la serie de anime basada en los juegos. Son bien conocidos los protagonistas de la misma, Ash Ketchum y su Pikachu, siendo este último el que se convertirá en el icono por excelencia del universo Pokémon, gracias al anime. En las dieciocho temporadas que lleva la serie, estos dos personajes han sido el eje conductor de cada capítulo, invariables e insustituibles, por su enorme peso mediático. El anime se corresponde, en cada generación, con las distintas regiones creadas para los juegos, así como sus personajes y aventuras; digamos que Ash recorre el mundo creado en cada uno de los juegos junto a Pikachu y varios compañeros.

En 1998, por el éxito de la primera y segunda temporada de la serie, Game Freak revierte el proceso y lanza el anteriormente mencionado Pokémon Amarillo, prácticamente con la misma historia que las versiones Rojo y Verde/Azul pero con algunos añadidos característicos de la serie: existe similitud física del avatar del juego con Ash y de su rival con Gary Oak, el rival de Ash en la serie, además de que el Pokémon inicial es Pikachu, que acompaña al personaje, y aparecen Jessie y James, los emblemáticos miembros del Team Rocket (organización criminal que se encarga de robar Pokémons) que aparecen en todas las temporadas de la serie persiguiendo a Ash.



Paralelamente, se inicia la diversificación de los juegos sobre la saga: sale Pokémon Stadium para Nintendo64, centrado en las batallas y potenciándolas con el 3D de la nueva consola; se lanza Pokémon Trading Card Game para Game Boy y demás videojuegos de menor calado como Hey you, Pikachu!, también para Nintendo64. Y la última rama a mencionar en esta entrada: desde 1998, cada verano se estrena una película derivada del anime y que toca algunos de los temas o misterios pertenecientes a los juegos que no aparecen en la serie y brinda la aparición de algunos personajes invitados. Dieciocho con las películas existentes a día de hoy, el mismo número que temporadas del anime, todas ellas dirigidas por Kunihiko Yuyama.

I: El videojuego como punto de inicio


Todo empezó con un videojuego. Una de las sagas implantada actualmente de forma casi sectaria en todo el mundo empezó en 1996 con un videojuego aparentemente sencillo, dirigido aparentemente a los más jóvenes. Su creador, un tokiota llamado Satoshi Tajiri, fundó la empresa de desarrollo de videojuegos Game Freak en 1989 para dar salida a sus creaciones, empresa que rápidamente se asoció con Nintendo para la producción de, en un primer momento, Mario y Yoshi (1991). Pero tras algunos intentos lanzados en Japón, y cinco años después de Mario y Yoshi, Tajiri plasma una inquietud de su infancia en un juego destinado a la consola Game Boy: coleccionar insectos. Esta es la vivencia de la que parte el leitmotiv de Pokémon: “Hazte con todos”.

La historia, recurrente en cada saga -salvando las diferencias en los personajes, mundos e historia- es la misma que en la primera generación, en la que el Profesor Oak encomienda al jugador la tarea de ayudarle en su estudio sobre las criaturas denominadas pokémon (abreviatura de Poketto Monsutā en japonés, Pocket Monsters en inglés, o lo que es lo mismo, “monstruos de bolsillo” en castellano) rellenando la PokéDex (proveniente de Indexador Pokémon, una especie de enciclopedia portátil sobre los Pokémon) a base de atrapar a todos los Pokémon conocidos. Además, el jugador asume el reto de convertirse en el mejor Entrenador Pokémon de la región, derrotando a los demás Entrenadores y venciendo al Alto Mando de la Liga Pokémon, lo cual es el segundo objetivo del juego.

Desde que en 1996 ve la luz la primera generación de Pokémon, las ediciones Rojo y Azul (Rojo y Verde en Japón), Game Freak se ha centrado principalmente en la saga Pokémon, que es la única que ha seguido produciéndose después de la década de los’90. Y han sido catorce las ediciones que se han ido sucediendo de esta mítica serie de videojuegos, contando exclusivamente los del tipo RPG (acrónimo de role-playing game), porque Pokémon ha sido la excusa para lanzar juegos de cualquier tipo relacionados con estos carismáticos personajes, con mayor o menor éxito de ventas, pero ninguno tan prominente como los formatos clásicos.

Además, en el mismo año que salen los videojuegos, se lanza Pokémon Trading Card Game, basado en las batallas de Pokémon de los videojuegos. Se trata de un juego de cartas coleccionables que recrean y complementan las luchas entre Entrenadores.